No querría dejar pasar ni un día más sin rendir mis más sincero homenaje a aquel edil profético que muchos años atrás, cuando aún ni siquiera soñábamos con paladear las mieles de la multiculturalidad, decidió dedicar con décadas de antelación sendas calles a dos de los colectivos de recién apalancados más importantes en Valencia y en España: los ecuatorianos y los africanos. Pues eso; mi admiración y reconocimiento al anónimo Nostradamus che.
Calle Cayuco

Inasequible al desaliento, Patricia Yorelei, a quien quizá mentes obtusas no supieron reconocerle su talento como ayudante de cocina o chacha, amplió sus expectativas laborales en el terreno de la hostelería, donde tal vez alguien supiese apreciar sus dotes como camarera, otro empleo de aquellos para los que se requiere un alto grado de cualificación, sólo al alcance de inmigrantes y algunos españoles privilegiados

Inasequible al desaliento, Patricia Yorelei, a quien quizá mentes obtusas no supieron reconocerle su talento como ayudante de cocina o chacha, amplió sus expectativas laborales en el terreno de la hostelería, donde tal vez alguien supiese apreciar sus dotes como camarera, otro empleo de aquellos para los que se requiere un alto grado de cualificación, sólo al alcance de inmigrantes y algunos españoles privilegiados
2 comentarios:
Pues menuda diferencia de cuando te atiende un camarero español a un inmigrante... Casi nada!
Por cierto, que a los señores inmigrantes de color, que según su cultura el respeto a las mujeres no está muy arraigado y que tenemos que respetar y adaptarnos a sus costumbres, que violaron a una chica (recordemos que para ellos el hombre es el que manda) el otro día, ya han sido identificados, y para variar, eran habituales y para variar también, estaban libres por ahí...
Otros casos espeluznantes han sido el de una anciana y un anciano, ambos asesinados a manos de foráneos, sin que las televisiones de este país, ni públicas ni privadas, se hayan hecho el menor eco, que o sepa. Y el ultimísimo caso de violencia de origen (machista, dicen otros) obra de un inmigrante portugués, cuando aún no nos habíamos recuperado de los asesinatos de un venezolano y de un tal Nacer, que vete tú a saber de dónde será.
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