El damnificado es un tal Rafael Blasco Castany, que es conseller ahora con el partido del alcotán y lo fue también antes con el de la rosa. Un hombre sin complejos, vaya. Además, éste es miembro del mismo ejecutivo autonómico que reclama más dinero al gobierno central para afrontar los crecientes gastos que acarrea el llamado turismo sanitario y a la vez afirma sin inmutarse que los extranjeros no abusan del sistema sanitario español. Y eso que nos aumentaron los impuestos sobre el tabaco, el alcohol y los carburantes a principios del año pasado precisamente para paliar el déficit de la sanidad pública ocasionado por la masiva llegada de achacosos extranjeros. Y eso sin hablar de que reparte a diestro y siniestro tarjetas solidarias a inmigrantes supuestamente sin recursos que les permiten adquirir medicamentos a coste 0, derecho que luego niega a los carpantas españoles. Así que...

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