Según el grupo de Reflexión de la Fundación Empresa y Sociedad (¿lo cuálo?) la crisis galopante que afecta a sectores cruciales de la economía española, como la construcción y el sector del automóvil tiene una fácil solución: atraer al menos a dos millones de inmigrantes más. Y nosotros sin enterarnos.
Aunque en realidad España no está sufriendo los embates de crisis económica alguna, ya que eso no son más que cábalas de algunos catastrofistas y antipatriotas, sino una desaceleración. Pero aún así, necesitamos más inmigrantes, por otra parte responsables de que el PIB español se haya duplicado durante el último lustro. No importa que el colectivo de trabajadores foráneos sea el que menos cotice y el que lo haga en los tramos más bajos, dado que ocupan los puestos de trabajo peor remunerados que rechaza la población autóctona. A ellos les sobra la plata y el oro que cagó el moro para invertir a tutiplén en este país y aún les queda algo para enviar, vía locutorio, a sus parientes no reagrupados. En cambio, los españoles, cobrando unos sueldazos de órdago, afirmamos tener dificultades para llegan a fin de mes y poco o nada podemos ahorrar, por lo que gastamos lo justito para comer y pagar las facturas.
Así que ya sabéis: los que realmente gastan en este país no son los pringaos del terruño, sino los extranjeros que se hacinan en pisos patera alquilando sofás, bañeras o, en el mejor de los casos, toda una habitación que a veces se ve obligada a compartir una familia entera y que se desplazan en carros de quinta mano.
Los mismos amiguetes desvergonzados que integran dicha Fundación, empresarios y banqueros ellos, afirman también que la mayoría de esta raza de superhéroes que son los nuevoespañoles, por tratarse fundamentalmente de individuos jóvenes, apenas consumen en sanidad y educación. Luego resulta que en realidad la muchedumbre alóctona nos cuesta cada año la nada desdeñable cantidad de 7.000 millones de euros. Pecatta minutta, vaya. O lo que es lo mismo, el gasto social que han de afrontar las autonomías es de 665 € por inmigrante y año, a lo que hay que añadir las inversiones de las administración central y local, así como la Seguridad Social. Y eso sin tener siquiera en cuenta las aportaciones indirectas que recibe ese colectivo a través de gravosas subvenciones a ONGs y demás gángsters.
En cuanto a lo de que los portadores del dengue, sida, tuberculosis, lepra y otras exóticas enfermedades son individuos jóvenes y sanos, reparemos tan sólo en lo que afirma el presidente del Colegio de Médicos de Valencia, Don Vicente Alapont, que algo debe saber del asunto:
El inmigrante sin papeles ni trabajo supone mucho gasto para el país, porque te resta tiempo para atender a otros pacientes y financiación de pruebas complementarias y productos terapéuticos, ya que tiene receta de pensionista. Todo esto sale del bolsillo de los valencianos.
Y añade: La mitad de consultas en ambulatorios son inmigrantes, así como en ginecología y tocología.
Pero no se vayan, que aún hay más, que decía aquél. La cifra de desempleados extranjeros ha aumentado un 58% en sólo un año. Y no es el sector de la construcción el que registra el mayor número de parados, sino el de servicios, aunque en aquél se ha incrementado en más de un 92% , que irán siendo recolocados, a no dudarlo, como arquitectos, biólogos, ingenieros o profesores universitarios, pues ya sabemos que los inmigrantes (perdón, turistas) que, literalmente, se abren paso a empellones en las terminales de nuestros aeropuertos cuentan con una extensa formación académica, superior a la de las acémilas autóctonas.
Y para acabar, la traca final: en enero, el montante de las prestaciones por desempleo percibidas por los extranjeros en paro ascendía a 141,5 millones de euros, todo lo cual, efectivamente, corrobora la teoría de la Fundación Empresa y Sociedad de que el fenómeno inmigratorio que viene experimentando España desde hace aproximadamente una década es lo mejor que le ha pasado a este país desde Las Navas de Tolosa.
En esta segunda entrega de su inédito diario, nuestra Patricia Yorelei se dispone a demostrar que está libre de pecado en suelo ibérico. Nada parece importar si cometió alguna que otra barrabasada en su país.
4 comentarios:
lo que dise esa fundasion es sierto ustedes antes de los migrantes eran pobres y estaban muriendo de hambre por que no sabiar recojer la fruta de los arboles o poner cafes sus viejitos estaban muertos en las cazas nadie les pasiaba exetra es verdad tengo un pana aca que me lo dise que era una pocalipcis de pobresa y no sabian ni chingar pa tener higos por que estaban dormiditos o drogados como moros ustedes son espesie de moros
quiero saber si su patrisia yorelei tiene un dibugo de ella en la libreta y si me los puede mandar y tambien su fono
Eso, eso, que vengan dos millones más, no sea que los precios de la vivienda bajen hasta valores normales.
Así que con esos dos y los cinco millones de moros que se prevén para cuando Rodríguez les de la nacionalidad española a los descendientes de los moriscos expulsados, que ya lo tienen a punto de caramelo, vamos a multiculturalizarnos que da gusto.
Por cierto, habría que sugerirle a Rodríguez que propusiera a China dar la nacionalidad a los descendientes de los japoneses que invadieron Manchuria y a Polonia a los de los alemanes que ocuparon el país durante la 2ª Guerra Mundial.
El otro Centollo
Tu eres un hijo de puta. En lenguaje coloquial se entiende.
Es usted incorregible, Byron. Como se enteren sus Wendys... Además, padece artrosis, así que la pobre debe estar para poco catre y poco perreo.
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