Hace unos días se produjo en la prisión alicantina de Fontcalent una pelea que enfrentó a 40 presos magrebíes con otro grupo de reclusos constituido fundamentalmente por españoles y reos de otras nacionalidades. Se sospecha que el enfrentamiento se debió a un asunto de drogas y que ambos bandos decidieron resolver sus diferencias mestizándose los unos a los otros. Como resultado de la refriega, cuatro presos resultaron mestizados; uno de ellos (de origen español) resultó mestizado leve y hubo de ser atendido de diversas contusiones en el hospital penitenciario.
En realidad éste sólo ha sido uno más de los muchos episodios de violencia registrados a diario en las cárceles españolas, que se encuentran desde hace años al borde del colapso. A decir verdad, desde que empezó a aumentar vertiginosamente el número de internos extranjeros, colectivo que a día de hoy representa el 40% de la población reclusa española. Y esto es paradójico, ya que mientras la tasa de criminalidad española se sitúa 20 puntos por debajo de la media de la UE, nuestra tasa de reclusos es la más elevada de la Unión.
Uno de cada cuatro delitos registrados en España se comete en la Comunidad Valenciana, siendo el de Picassent (Valencia) el mayor centro penitenciario del país y también el más peligroso, por delante incluso de las prisiones alicantinas de Fontcalent y Villena, que son las que registran un mayor número de amenazas y agresiones a funcionarios de todo el Estado debido a la masificación. Así, mientras en Villena el número de internos duplica la capacidad del centro, en Fontcalent se hacinan 2.000 presos cuando sus instalaciones, muy deterioradas y obsoletas, fueron diseñadas para acoger a un máximo de 450. Además, en esta última cárcel el 50% de los reos son bonobos de hasta 50 nacionalidades distintas, divididos en clanes enfrentados entre sí.
No obstante la precaria situación que presentan algunos de los centros penitenciarios de nuestro país y la masificación de los mismos, poco más de 300 de los más de 20.000 reclusos foráneos han secundado la campaña de Instituciones Penitenciarias para que los que lo deseen puedan cumplir las penas en cárceles de sus países, lo cual ahorraría a las arcas del estado la nada desdeñable cifra de 17.300 € anuales, que es lo que nos cuesta al año mantener a cada malhechor.
Según datos de enero de 2007, los marroquíes eran el colectivo de extranjeros más numeroso en nuestras prisiones, seguidos por los colombianos, argelinos, rumanos, ecuatorianos, venezolanos, dominicanos, franceses, portugueses y bolivianos.
Un interesante informe de la Comunidad de Madrid indicaba que a principios del presente año dos de cada tres delitos cometidos en esa comunidad autónoma eran perpetrados por extranjeros y que de 560 detenidos de otras nacionalidades, hasta 440 de ellos quedaron en libertad condicional, 92 en prisión preventiva y tan solo se tramitaron 28 expulsiones, probablemente recurridas y revocadas, ya que ser ilegal y además delincuente no es razón suficiente para ser expulsado de este país. Porque si no no se explica que el Tribunal Supremo fallase recientemente que el que un inmigrante se encuentre en España de manera ilegal no es motivo para que sea expulsado del país y sólo puede ser condenado a pagar una multa, contradiciendo así al secretario de organizáción del P$O€, Pepiño Blanco, que afirmó categóricamente que todo aquel inmigrante que entrase en España de forma irregular sería expulsado. Pero, como decimos, ni siquiera el hecho de ser inmigrante ilegal y además un facineroso de tomo y lomo motiva la apertura de un expediente de expulsión, como demuestra que el TS no aceptase la petición de la Delegación del Gobierno en Cantabria de que un extranjero que había cometido un delito de receptación fuese expulsado de país.
En realidad éste sólo ha sido uno más de los muchos episodios de violencia registrados a diario en las cárceles españolas, que se encuentran desde hace años al borde del colapso. A decir verdad, desde que empezó a aumentar vertiginosamente el número de internos extranjeros, colectivo que a día de hoy representa el 40% de la población reclusa española. Y esto es paradójico, ya que mientras la tasa de criminalidad española se sitúa 20 puntos por debajo de la media de la UE, nuestra tasa de reclusos es la más elevada de la Unión.
Uno de cada cuatro delitos registrados en España se comete en la Comunidad Valenciana, siendo el de Picassent (Valencia) el mayor centro penitenciario del país y también el más peligroso, por delante incluso de las prisiones alicantinas de Fontcalent y Villena, que son las que registran un mayor número de amenazas y agresiones a funcionarios de todo el Estado debido a la masificación. Así, mientras en Villena el número de internos duplica la capacidad del centro, en Fontcalent se hacinan 2.000 presos cuando sus instalaciones, muy deterioradas y obsoletas, fueron diseñadas para acoger a un máximo de 450. Además, en esta última cárcel el 50% de los reos son bonobos de hasta 50 nacionalidades distintas, divididos en clanes enfrentados entre sí.
No obstante la precaria situación que presentan algunos de los centros penitenciarios de nuestro país y la masificación de los mismos, poco más de 300 de los más de 20.000 reclusos foráneos han secundado la campaña de Instituciones Penitenciarias para que los que lo deseen puedan cumplir las penas en cárceles de sus países, lo cual ahorraría a las arcas del estado la nada desdeñable cifra de 17.300 € anuales, que es lo que nos cuesta al año mantener a cada malhechor.
Según datos de enero de 2007, los marroquíes eran el colectivo de extranjeros más numeroso en nuestras prisiones, seguidos por los colombianos, argelinos, rumanos, ecuatorianos, venezolanos, dominicanos, franceses, portugueses y bolivianos.
Un interesante informe de la Comunidad de Madrid indicaba que a principios del presente año dos de cada tres delitos cometidos en esa comunidad autónoma eran perpetrados por extranjeros y que de 560 detenidos de otras nacionalidades, hasta 440 de ellos quedaron en libertad condicional, 92 en prisión preventiva y tan solo se tramitaron 28 expulsiones, probablemente recurridas y revocadas, ya que ser ilegal y además delincuente no es razón suficiente para ser expulsado de este país. Porque si no no se explica que el Tribunal Supremo fallase recientemente que el que un inmigrante se encuentre en España de manera ilegal no es motivo para que sea expulsado del país y sólo puede ser condenado a pagar una multa, contradiciendo así al secretario de organizáción del P$O€, Pepiño Blanco, que afirmó categóricamente que todo aquel inmigrante que entrase en España de forma irregular sería expulsado. Pero, como decimos, ni siquiera el hecho de ser inmigrante ilegal y además un facineroso de tomo y lomo motiva la apertura de un expediente de expulsión, como demuestra que el TS no aceptase la petición de la Delegación del Gobierno en Cantabria de que un extranjero que había cometido un delito de receptación fuese expulsado de país.
Visto lo visto, no es de extrañar que España se parezca cada vez más a una peli de Tarantino.
4 comentarios:
facho de mierda: Tu razonamiento es una imbecilidad, y que seas un enfermo mental no te justifica: conozco a muchos adolescentes que serían capaces de rebatir esa ideología racista tuya en cinco minutos, sin más que buscar la palabra "nazismo" en una enciclopedia y ver lo que fue. No seré yo quién te rebata; gente hay que debería sentirse responsable de que un idiota tenga tus ideas de genocida nazi en potencia. Aunque reconozco que las gracias que te ríen algunos comentaristas en este blog a propósito de limpiezas étnicas y genocidios te tengan que animar a seguir por la senda del fanatismo. El adiestramiento que te ha proporcionado tu entorno (supongo que empezando por tu familia) también debe ayudar bastante.
¿Sabes por casualidad lo que significa la palabra derechos humanos? a un ser civilizado y medianamente honorable le deberían repugnar tus ideas y vomitos racistas. Tu eres el peor hijo de puta de todos (peor que Bin Laden), eres el asesino que no estará contento hasta que no vea un hongo nuclear sobre África, el que propugna la ejecución de norteamericanos por su color de piel, el que quiere expulsar (o exterminar) a los inmigrantes que viven en España (porque no son "nativos" y "blanquitos"), el que insulta a otra persona llamandola "perro judío" o "cerdo hebreo", cuando no se puede responderte con el mismo insulto porque compararte a ti con un perro sería un insulto para el pobre animal. Si fueras una persona con un poco de dignidad, te podría enseñar valores universales como el derecho a la vida, la libertad, la igualdad, la democracia, el respeto, la tolerancia, etc... pero no tiene sentido, viendo que eres un facha asqueroso y un bastardo hijo de puta pro-terrorista amante del Ku Klux Klan, el movimiento más pro-nazi y repugnante que existió alguna vez en la historia de Estados Unidos (hasta al mismo Bush le repugna ese grupo).
Te he leído un poco, y no necesito saber más de ti para saber a qué te refieres con eso de la "libertad de la raza blanca" o "poner en tela de juicio el Holocausto" o cuando hablas de inmigrantes. El solo hecho de pensar que en pleno siglo XXI alguien sostiene semejantes ideas hitlerianas como tu, me repugnan profundamente, sinceramente tengo ganas de partire un piano por la cabeza, por el bien de la humanidad y también el bien de España (que estaría mejor sin falangistas de mierda como tu).
Eres un nazi.
Un saludo.
Salva
Este primer comentario sono denota la infima capacidad intelectual de las mierdas andantes , en su capacidad intelectual solo caben unas cuantas palabras como nazi , facha , ultraizquierda , xenofobo etc,,,,,ni de pm el articulo .e
exectante: Sucede que el pensamiento del nazi que es dueño de este blog, desaprueba, deslegitima y desprestigia todo lo que sea publicado aquí. Si tu eres capaz de tolerar que un individuo apoye publicamente a los terroristas del Ku Klux Klan o promueva ideologías racistas, eres igual de basura que él.
Y sí, el autor de este blog es nazi y xenófobo, te guste o no. Y eso es motivo suficiente para repudiarlo, independientemente de su pensamiento en otras cuestiones relacionadas con la inmigración (que también me parecen condenables). Sería como apoyar a Hitler porque era un buen economista... intolerable en una sociedad civilizada. Creo que el autor de este sitio debería aprender un poco de historia, para saber como terminaron los hijos de puta que promovían ideas como la suya.
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