Ya lo advirtió el ex presidente argelino Huari Bumedian: Conquistaremos Europa con el vientre de nuestras mujeres. Y chano, chano, sin prisa pero sin pausa el colectivo femenino marroquí va cumpliendo con la amenazadora consigna, al menos en España, ya que las súbditas alauitas instaladas en nuestro país son las extranjeras que presentan un mayor índice de fecundidad, con casi un 21% de los partos registrados entre inmigrantes durante 2005. Les siguen las ecuatopencas, con cerca de un 20%, las rumarranas y las culombianas. En total, el número de nacidos de madres extranjeras durante el pasado año se elevó hasta el 15%, lo que supone que el número de defecaciones de hembras alóctonas se ha multiplicado por seis en sólo una década.
3 comentarios:
Cabrón, racista, xenófobo, hijo de puta. Ojalá nunca te encuentres ante la situación de tener que irte de tu Madre Patria (que bastante desnaturalizada y yegua resultó)porque no te ofrece la posibilidad de sobrevivir. Y si te toca (lo que sería justo a decir verdad),que nunca te traten como a una cucaracha ibérica.
Te reconfortará saber, amigo “anónimo”, que ya nos tratan como a “cucarachas ibéricas”. Nuestros políticos, sin ir más lejos, nos machacan negándonos los frutos de NUESTROS impuestos para regalándoselos (son muchos votos) a los invasores que, sea dicho de paso, también nos tratan (o al menos lo intentan) como si fuésemos insectos. Y nosotros no hemos tenido que emigrar, nos tratan como a basura en nuestra “Madre Patria”.
Por cierto: La demagogia barata te la metes por el culo bonito. El que no esté a gusto en España que se largue joder, que aquí no obligamos a nadie a quedarse.
Un saludo.
PD: LOS ESPAÑOLES PRIMERO.
Si alguna vez tuviese que abandonar mi patria lo haría para trabajar e integrarme en mi nuevo país de adopción, no para crear guetos, vivir a la sopa boba o vivir al margen de la ley, como hacen muchos de los extranjeros que viven aquí. Y que yo sepa la cucaracha negra o ibérica ya no existe, pues ha sido reemplazada por la rubia o Americana, mucho más repugnante y prolífica, quizás como una triste premonición de lo que el futuro nos depara.
Publicar un comentario