Si tenéis la posibilidad de sintonizar Canal 9 podréis ver esta noche la película Agua con sal, del realizador valenciano Pedro Pérez Rosado, autor también de otros bodrios como Wilaya, La Mala, Cuentos de la Guerra Saharaui o Las Cenizas del Volcán, todas escritas por su mujer, la cubana Liliana Rosado González, y casi siempre coproducciones hispanoalgo (actores puertorriqueños, mexicanos o marroquíes y dinero español, para entendernos), con raras excepciones, como es el caso del largometraje que emite esta misma noche el canal autonómico valenciano, una muestra más del autoodio, la manipulación y el parasitismo de muchos cineastas patrios, que encima tienen la desvergüenza de alumbrar esperpentos subvencionados por ministerios, consejerías e institutos audiovisuales que mantenemos muy a nuestro pesar los españoles con nuestros impuestos y todo para que nos acusen de racistas, xenófobos y de ser los responsables de que la emigración a España suponga un drama para los sufridos inmigrantes que deciden instalarse en nuestro país.
Pero todo eso queda en el terreno de la ficción y del victimismo de la guionista caribeña, porque la cruda realidad es que el gobierno autonómico ha decidido prorrogar seis meses más las ayudas a los disidentes de la dictadura castrista que residen en estas tierras mediterráneas, donde llevan ya un año y medio viviendo de las ayudas para vivienda y manutención a cargo del bolsillo de los racistas y xenófobos autóctonos. Ayudas de las que rara vez disfrutan éstos y menos aún por un perídodo tan prolongado de tiempo. En efecto, la inmigración es un drama, sobre todo para los que tenemos que sufrirla y costearla.
3 comentarios:
http://www.youtube.com/watch?v=2Nzp0ynrNaM
Cojonudo:
http://www.lasprovincias.es/v/20120504/sucesos/detenidos-jovenes-origen-guineano-20120504.html
Yo me quedo con lo de que el agredido era muy probablemente un perroflauta que ha probado una buena dosis de su propia medicina.
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