Aquí os dejo una somera recopilación de ciertos pasajes que escribieron algunos cronistas de Indias, para que juzguéis lo que tiene de patraña y de real el mito del buen salvaje.
Gonzalo Fernández de Oviedo
(...) y aunque algunos cristianos se casaban con indias principales, había otros muchos más que por ninguna cosa las tomaran en matrimonio, por la incapacidad y fealdad de ellas.
(...) esta generación de los indios es muy mentirosa y de poca constancia, como son los muchachos de seis o siete años, y aún no tan constantes.
(...) porque su principal intento (y lo que ellos siempre habían hecho antes de que los cristianos acá pasasen), era comer y beber y holgar, y lujuriar e idolatrar y ejercer otras muchas suciedades bestiales.
Inca Garcilaso de la Vega
Y entonces estaba aquella tierra (Cuba) muy poblada de indios, los cuales, poco después dieron en ahorcarse casi todos: y la causa fue que como toda aquella región de tierra sea muy caliente y húmeda, la gente natural que en ella había, era regalada y floja para poco trabajo, y como por la mucha fertilidad y frutos que la tierra tiene de suyo, no tuviesen necesidad de trabajar mucho para sembrar y coger; y como no conociesen el oro por riqueza ni lo estimasen, hacíanseles de mal el sacarlo de los arroyos y haz de la tierra donde se cría; y sentían demasiadamente, por poca que fuese la molestia que sobre ello les daban los españoles (...), y con gente tan simple, viciosa y holgazana pudiese lo que quisiese, sucedió que por no sacar oro (...), se ahorcaron de tal manera y con tanta prisa, que hubo día de amanecer cincuenta casas juntas de indios ahorcados, con sus mujeres, hijos, de un mismo pueblo, que apenas quedó un hombre viviente. (…) Con esta plaga tan abominable se consumieron los naturales de aquella isla y sus comarcas, que hoy casi no hay ninguno.
El cacique Hirrihigua mandó guardar a buen recaudo los cuatro españoles para, con la muerte de ellos, solemnizar una gran fiesta. (...) Venida la fiesta, los mandó sacar desnudos a la plaza, y que uno a uno, corriéndolos de una parte a otra, los flechasen como a fieras, y que no les tirasen muchas flechas juntas porque tardasen en morir y el tormento les fuese mayor, y a los indios su fiesta y regocijo más larga y solemne.
El cacique, viendo que tantos y tan continuos tormentos no bastaban a quitar la vida a Juan Ortiz (...), mandó un día de sus fiestas hacer un gran fuego en medio de la plaza, y cuando vio mucha brasa hecha, mandó tenderla y hacer encima una barbacoa (…) y que sobre ella pusiesen a Juan Ortiz para asarlo vivo.
Así se hizo, donde estuvo el pobre español mucho rato tendido de una lado, atado a la barbacoa. (…) lo sacaron del fuego ya medio asado, que las vejigas tenía por aquel lado como medias naranjas, y algunas de ellas reventadas, por donde le corría mucha sangre que era lástima verlo.
(…) que a ninguna otra persona de ningún sexo ni edad que en el pueblo hallaron quisieron tomar (los indios guachoyas) con vida sino que las mataron a todas, y con las más capaces de misericordia como viejas ya en la extrema vejez, y niñas de teta, con ésas usaron de la mayor crueldad, porque a las viejas despojándolas esa poca ropa que traían vestida las mataban a flechazos tirándolas más a las partes pudendas, y a los niños cuanto más pequeños, los tomaban por una pierna y los flechaban en alto y en el aire antes que llegasen al suelo, los flechaban entre cinco o seis.
(…) se hallaron todos arrojados del mar en la costa de Yucatán (Jerónimo Aguilar y sus compañeros), donde los prendieron, y llevaron a una tierra de indios caribes, cuyo cacique mandó luego apartar a los que venían mejor tratados, para sacrificarlos a sus ídolos, y celebrar después un banquete con los miserables despojos del sacrificio.
Antonio de Solís
Constaba el ejército enemigo de cuarenta mil hombres (…) Quedaron muertos en la campaña más de ochocientos indios, y fue grande el número de los heridos. De los nuestros murieron dos soldados y salieron heridos setenta.
El día siguiente mandó Hernán Cortés que se trujesen a su presencia los prisioneros (…). Venían temerosos, creyendo hallar en el vencedor la misma crueldad que usaban ellos con sus rendidos; pero Hernán Cortés los recibió con grande benignidad.
Bernal Díaz del Castillo
(…) esta noche han sacrificado (los indios tlascaltecas) a su ídolo, que es el de la guerra, siete personas, y cinco de ellos son niños.
(…) y no puedo dejar de traer aquí a la memoria las redes de maderos gruesos (…) que estaban llenas de indios y muchachos a cebo para sacrificar y comer sus carnes. (…) mandó Cortés (…) que no tuviesen más indios de aquella manera ni comiesen carne humana, y ansí lo prometiron; mas que aprovechaba aquellos prometimientos, que no los cumplían.
(…) dan tantas quejas de Moctezuma y sus recaudadores (los pueblos sometidos por los aztecas), que les robaban cuanto tenían, y sus mujeres e hijas, si eran hermosas las forzaban delante de ellos y de sus maridos y se las tomaban, y que les hacían trabajar como si fueran esclavos (…) y les tomaban sus tierras para servicio de sus ídolos.
Oí decir que le guisaban (al emperador Moctezuma) carne de muchachos de poca edad.
(…) y las daban de comer (a las bestias de Moctezuma) venados, gallinas, perrillos y otras cosas que cazaban; y aún oí decir que cuerpos de indios de los que sacrificaban. (…) cuando sacrificaban algún triste indio (…) le aserraban con unos navajones de pedernal por los pechos, y bulliendo le sacaban el corazón y sangre (…) y luego les cortaban los muslos y brazos y cabeza, y aquello comían en fiestas y banquetes.
(…) y otras mercaderías de indios esclavos y esclavas; digo que traían tantos de ellos a vender a aquella gran plaza (de Tatelulco) como traen los portugueses los negros de Guinea.
Fray Pedro Aguado
Es tierra (la provincia de los Caribes) (...), poblada de gente desnuda, belicosa y muy crecida y herbolaria; es gente muy traidora, que nunca acomete si no es en celadas y emboascadas y puestos en salvo, y han recibido más daño de ellos los españoles que no los españoles les han hecho.
(...) y como los españoles saliesen mareados y mojados y atormentados de la mar y sin armas ningunas; y cada cual por su parte, dieron los indios en ellos, y sin que se escapase ninguno con la vida, fueron miserable y cruelmente muertos por manos de aquellos bárbaros y sepultados en sus vientres.
Porque estos bárbaros, entre las otras supersticiones que de su religión siguen y tienen, es hacer algunos sacrificios en los templos del Sol de hombres humanos, cuyos cuerpos después de muertos ponen en muy altos los cerros para que el sol se sustente de ellos y los coma.
Antonio de Herrera
En este distrito de San Miguel y en toda la mayor parte de las Indias usaron enterrar con los cuerpos de los difuntos las cosas más preciadas y ricas que tenían, con las armas y algunas mujeres vivas, con muchachos y criados.
Guáscar era, según las costumbres de los reyes, el legítimo sucesor, como hijo de la verdadera mujer, hermana de su padre; porque tal casamiento acostumbraron los últimos ingas, para que el sucesor tuviese verdadero derecho (...); todos los otros eran hijos de diferentes mujeres y 7 bastardos, como lo era Atahualpa.
Sacrificaban (cerca de Cajamarca) cada mes hombres, no perdonando a sus propios hijos, y con su sangre mojaban las caras de los ídolos y las puertas de los templos y rociaban las sepulturas. (...) se hacía (el sacrificio) cortándoles las cabezas; pero esto era habiendo bebido hasta perder el juicio.
(...) murieron dos mil indios (a las órdenes del capitán Rumiñahui) sin los heridos, aunque otros dicen más; de los castellanos ninguno.
4 comentarios:
Ésa es la verdadera historia de la Conquista de América y no la Leyenda Negra que fabricó la masonería.
Los asquerosos del mandilón, que por cierto ahora están ocupados en la Operación Commonwealth, pretendiendo trozear España, pero dejándonos aún la Plaga Borbónica.
Los primates a lo suyo:
http://www.lasexta.com/noticias/sociedad/hombre-herido-gravedad-tiroteo-madrid_2013031800060.html
Una vez más lo único que importa es subrallar que el herido es un inmigrante, en este caso dominicano. Aunque como siempre los implicados en la "balasera" serán otros latinos y se habrá debido a un ajuste de cuentas entre criminales. Déjà vu...
Si a alguien le interesa profundizar en el tema de las crónicas del descubrimiento de América le recomiendo la lectura de Bernal Díaz del Castillo, un soldado que se batió el cobre en las Indias occidentales para que un parásito como fray Bartolomé de las Casas puiese ocupar su prelatura y que ya en su vejez, harto de las mentiras de los que nunca pisaron aquellas tierras o lo hicieron cuando ya se hallaban domeñadas, se decidió a escribir su propia versión de los hechos y desmentir así las calumnias del obispillo de Chiapas.
acrificaban (cerca de Cajamarca) cada mes hombres, no perdonando a sus propios hijos, y con su sangre mojaban las caras de los ídolos y las puertas de los templos y rociaban las sepulturas. (...) se hacía (el sacrificio) cortándoles las cabezas; pero esto era habiendo bebido hasta perder el juicio.
jajja QUE TAL IGNORANCIA PROPIA DE LAS ACÉMILAS GALLEGAS,LA ARQUEOLOGÌA NUNCA HE ENCONTRADO CERCA DE CAJAMARCA RESTOS DE SACRIFICIOS NI NADA POR EL ESTILO LOS QUE TENEMOS SON FOTOS DEL COMBATE DEL 2 DE MAYO DE 1866 DONDE LE PARTIMOS EL CULO A ESPAÑA Y A A SUS BARCOS A PUNTA DE CAÑONAZOS. AQUEL DÌA LOS ESPAÑOLES DERROTADOS HUYERON COMO GAYS EN BATIDA POLICIAL JAJAJAJAJAJAA
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