Como se puede apreciar en estas imágenes, el comedor social, las guarderías, el albergue y, en general, las instalaciones de la ONG del Paseo de la Petxina se dedican a atender a la población autóctona más necesitada. Autóctona de otros países, queremos decir.
El número de socios de esta ONG apenas alcanza los 2.800 en un territorio que cuenta con más de cinco millones de habitantes. Todo un récord, vaya.
Uno de los requisitos para ser acogido por la centenaria institución caritativa es que pese sobre el aspirante... ¡una orden de expulsión!
El comedor social ceba mayoritariamente a Hänsels y Gretels extranjeros, lo que junto a los economatos, el banco de alimentos y el reparto de comida de las parroquias entre el colectivo inmigrante podría explicar la lustrosa apariencia de muchos de ellos.
De los 60 alumnos de su Escuela Infantil de Valencia tan solo 7 son españoles.
En la guardería de Torrent, sin embargo, la cosa está más repartida. Así, hasta 26 de sus 48 alumnos son españoles, aunque eso sí: de raza gitana. ¡Mecachis!
Casi uno de cada cuatro acogidos en su albergue son de la "terreta". ¡Guau!
Como se puede deducir a partir de las cifras que aparecen recogidas en su última memoria, la Casa de la Caridad se nutre fundamentalmente de las cuotas de sus socios.
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