Leemos con perplejidad que el Tribunal Supremo ha absuelto a un ecuatoriano de la condena a un año de prisión que le impuso la Audiencia Provincial de Logroño por haber mantenido relaciones sexuales con una menor de 12 años. La sentencia del juez se basa en que el procesado desconocía que en España, país que lo soporta, las relaciones sexuales consentidas con menores sólo son legales a partir de los 14 años y que en su "cultura" (sic) es un hecho normal que un adulto se trajine a una prepubescente, cosa harto frecuente también entre el colectivo de los Heredia, otros que tal. Mi sorpresa radica en que, aún siendo lego en todo aquello concerniente al Derecho, no ignoro que el desconocimiento de una ley no exime de su cumplimiento. Excepto entre el colectivo de expatriados, una vez más.
3 comentarios:
Anoche falleció la escritora y periodista italiana Oriana Fallaci, autora de libros como "La rabia y el orgullo" y "La fuerza de la razón". Os dejo un enlace en el que es entrevistada y da su opinión acerca del Islam. Para los que queráis saber más sobre ella encontraréis información en la página principal del periodico EL MUNDO. http://www.elmundo.es/elmundo/2006/09/15/cultura/1158304138.html
Es una noticia no por esperada menos terrible. Descanse en paz esta paladina de los valores de nuestra civilización frente a la barbarie del retrógrado mundo islámico. Por supuesto, le dedicaremos una entrada digna de su categoría tanto profesional como humana.
Ciao, carissima Oriana!
Pensaba que la edad mínima para las relaciones consentidas entre adulto y menor la habían subido de 13 a 14 años en una de las últimas reformas del CP, pero bueno, da lo mismo. Y todo para no interferir en la bárbara costumbre gitana de desposar a las niñas recién estrenada la adolescencia. Un poco como los moros, que aceptan a regañadientes que sus hijas continúen escolarizadas cuando tienen su primera menstruación. ¿Ya pueden tener hijos?, pues que empiecen cuanto antes, que hay que colonizar Eurabia (Oriana F. dixit).
Ahora aún se ha de avenir a nuestras leyes, pero cuando sean más que nosotros cambiarán las tornas. Y no está muy lejano el día.
Publicar un comentario