Quizá los inmigrantes hayan malinterpretado el capítulo bíblico del Génesis en el que el Señor pronuncia dichas palabras refiriéndose exclusivamente a los animales marinos y las aves, a los que exhorta a reproducirse y poblar el orbe entero. O quizá también nosotros tengamos parte de culpa al impedir nuestra Ley de Extranjería la repatriación de menores indocumentados o de adultos cuyos hijos hayan nacido en territorio español. Y por su puesto, la nutrida quintacolumna con que cuentan aquí, especialmente con esos empresarios que no ven en los retoños de los inmigrantes más que potencial mano de obra barata y futuros ávidos consumidores. Porque para ellos no existen los seres humanos, los ciudadanos con derechos y necesidades. Todos somos trabajadores susceptibles de ser explotados y víctimas propicias del consumimo compulsivo al que nos abocan.
Y que una entidad bancaria como el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) se preste a conceder créditos a las mujeres que se decidan a tener un hijo no es algo baladí en un país como España en que las ayudas a las familias numerosas son de las más bajas de Europa, o donde la tasa de fecundidad de las mujeres es de 1,3 hijos, lo que ni siquiera asegura el relevo generacional. Lo que indigna es que lleven a cabo una campaña publicitaria en la se incita a procrear a las ya de por sí prolíficas hembras extranjeras (algunas empiezan a excretar en plena adolescencia). No otra cosa se puede colegir del anuncio que hemos visto insertado últimamente hasta la saciedad en diversos medios escritos, en los cuales una inequívoca Lucy que luce una ostentosa melena afro, en representación del cada vez más nutrido colectivo inmigrante, tiene casi todas las papeletas para ser agraciada con el generoso crédito a fondo perdido que la filantrópica campaña de la entidad bancaria puede prometer y promete. Porque no hay que ser un experto publicista para entender el mensaje subliminal que pretenden transmitir: la tipa de tez oscura aparece en un destacado primer lugar y justo encima (¡oh, casualidad!) de un turgente y bronceado vientre que es casi como una prolongación de su busto.
8 comentarios:
" quizá también nosotros tengamos parte de culpa al impedir nuestra Ley de Extranjería la repatriación de menores indocumentados o de adultos cuyos hijos hayan nacido en territorio español. "
Esto no es competencia de la Ley de Extranjería, sino de nuestra nefasta constitución, en la que uno de los artículos otorga la nacionalidad española a todo el nacido en suelo español.
La Constitución española dice que ningún español de origen podrá ser privado de la nacionalidad española (cito de memoria). Pero la imposibilidad de repatriar a menores extranjeros en situación ilegal creo que sí que está recogida en la Ley de Extranjería. Por eso muchos menores africanos llegan aquí con unas pulseras donde se lee "menor de 18". Se las saben todas.
¿Qué mas da lo que diga la Constitución o la Ley de Extranjería? Estas leyes las han hecho gobiernos traidores y colaboracionisas, por lo tanto no son más que papel mojado. Cuando una fuerza política competente obtenga el poder, esa palabrería podrá ser modificada.
Esa es su estrategia. Nada más pisar territorio español quedarse preñadas y reproducirse como ratas. Lo que pasa que me de que el crédito del BBVA se queda corto atendiendo a las necesidades que pueden tener estos facinerosos cuando traen a sus infectos retoños al mundo. Claro que a los progenitores les importa un pito sus hijos, ellos lo que quieren son los papeles y por eso un hijo no es más que un medio para conseguir un fin, así de mezquinos y rastreros son.
Por lo demás comparto plenamente la opinión de Rutger.
Además, si os fijais, todas las fotos de inmgrantes que ponen son de especímenes más o menos agradables a la vista, vamos, que panchitos y caras simiodes ni una. Pero aqui y en todos los sitios.
Continuación...
Si en vez de sacar en TV3 a moros con traje y corbata educados y cultos, sacaran a los bárbaros que circulan por nuestras calles, con las túnicas mugrientas que llevan, y gritando su "Allah Ak-bar", la cosa cambiaría.
El objetivo es anestesiar a la población.
Al fin y al cabo, los políticos y muchos mass-media cobran en petrodólares saudíes destinados a la causa de Alá, es decir, de Satanás.
Cierto. El otro día también vi en TV3 un negrote que hablaba catalán y parecía educado, vamos, que se asemejaba a un ser humano. Pero una golondrina no hace primavera, ni mucho menos.
Tengo entendido que el que mucha de la inmigración de origen islámico se haya asentado en Cataluña y no en otras regiones del Estado se debe al interés del gobierno catalán de evitar a toda costa recibir inmigrantes procedentes de Sudamérica, de habla castellana, porque éstos no harían el esfuerzo de aprender el catalán ya que se hacen entender en su lengua materna castellana, mientras que los magrebíes, pakistaníes, etc. tienen que aprender una de las dos lenguas oficiales de Cataluña y tanto les da que sea el castellano como el catalán.
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