Me levanto a eso de las 10 de la mañana. Estoy de vacaciones y han bajado los termómetros. Sopla una ligera brisa y el balcón huele a jazmín. Todos los pajarillos del barrio saludan con sus trinos a mi periquito. Pero la magia desaparece en cuanto asomo la tótina y por la acera de enfrente veo desfilar a todo un equipo africano de fútbol. Porque cuento 11, justo 11. Ni uno más ni uno menos. Un abuelete que viene de frente se cambia de acera apresuradamente ante el eclipse que se avecina. Caminan lánguidamente, no porque regresen a casa exhaustos después de romperse el espinazo en un invernadero recogiendo tomates a 40 ºC como algunos dicen que hacen los pobres negritos del África tropical que desembarcan aquí todos los días y todas las noches, que hay que aprovechar que estamos en verano y el mar no da sorpresas desagradables. Están sudorosos porque han estado peloteando a pleno sol como delatan unas bolsas donde guardan el equipamiento deportivo. Me llama la atención que algunos luzcan caras prendas de conocidas marcas deportivas, que no están al alcance de muchos bolsillos. Sé que van camino de un asilo cercano propiedad de la Iglesia, que aunque se llame así no ofrece albergue a ancianos desamparados, sino a jóvenes inmigrantes, preferiblemente negros que probablemente se dejen encular por los sacerdotes a cambio de techo y un par de comidas calientes. El Centro de Internamiento de Extranjeros de Valencia ya no da más de sí y los curitas están encantados de recibir a sus nuevos huéspedes, a juzgar por el trajín que se llevan en el supuesto asilo. Cuando salgo por la prensa veo a un mendigo echado en el banco de un jardín, precisamente junto a un convento. Junto al menesteroso hay un brick vacío de vino barato. Pienso en que hasta entre los sin techo hay castas, porque a los negritos del África tropical los acogen y alimentan y en cambio veo a muchos otros desarrapados que han de dormir en duros bancos, a la intemperie, que se van a la cama (es un decir) con sólo unos tragos de vino en el estómago. Luego caigo en la cuenta de que éstos siempre son blancos, como el mendigo del banco que hay junto a un convento, y que quizá carezcan de todo menos de dignidad y no consientan que un sacerdote o un voluntario de Caritas los sodomice a cambio de comida y refugio. Cuando pasan frío o hambre, o cuando se ponen enfermos, rara vez acude un oenegero a echarle una mano y en menos ocasiones aún hay una cámara de televisión que narre su drama. El drama de ser pobres y españoles. No han llegado aquí en cayuco (jamás podrían reunir 2.000 € para ello) y parece que a algunos les cueste imaginar que seguramente ellos también sueñan con una vida mejor. Pero han nacido con el estigma del color pálido de su piel.
Bueno, pues parece ser que tampoco el tal asilo puede ya dar cobijo a más negritos del África tropical, cuya asociación Casa Amigos de Baobab hace unas semanas se reunía para exigir (ellos no piden, exigen sin condiciones) que las antiguas instalaciones de la Cárcel Modelo de Valencia se destinasen a acoger a todos los melanodermos que remolonean por la ciudad. Por cierto, que esta asociación, que ha llegado a reunir en sus locales a varios centenares de inmigrantes africanos, habrá de abandonarlo ya que no puede hacer frente al alquiler. Y eso que el manterismo, el gorrillismo, el narcotráfico y las estafas, negocios todos ellos que monopolizan aquí los inmigrantes africanos, producen pingües beneficios. La imagen del antiguo recinto penitenciario extraída de Google Maps os dará una idea de las dimensiones del proyectado hotelito y de las modestas aspiraciones de los inmigrantes. Espero y deseo que se lleve a cabo el proyecto original de convertir el antiguo presidio en un complejo administrativo y no se ceda al chantaje de los negros y de los que con ellos retozan.
9 comentarios:
No se cómo pretendemos cuidar de los desamparados inmigrantes si no podemos cuidar ni a nuestros pobres autóctonos.
A mi me gustaría preguntarle a personajes como Llamazares y tal, como es que "los pobres" negros tienen tanta ropa de marca, y deportivas caras.......... n fin hermanos, esto ya no se sostiene, y poco a poco la verdad saldrá a relucir, sólo espero que no sea ya demasiado tarde.
Tiempos difíciles se avecinan sobre nuestra generación hijos míos.
¿Y es que no hay negros españoles? ¿Tan blancos son todos?
Yo tengo la solución para estos recién llegados negritos del africa tropical y para todos los que vengan detrás. Es la solución ideal no solo para ellos sino también para sudamericanos, marroquíes, pakistaníes, chinos,etc. Sí sí, como lo oyen. Que no se preocupen si no les dan la antigua cárcel para que puedan usarlo de hotelito. Yo había pensado que entre todos los españoles, con los impuestos que pagamos, podríamos sufragar en las afueras de las ciudades grandes instalaciones con barracones con capacidad para albergar a centenares o quizás miles de inmigrantes. Los trasladaríamos a esos centros ( o campos como se prefiera ) con trenes especialmente adaptados para ello. Justo en la entrada de estos centros para inmigrantes se podría poner un lema para adoctrinarlos éticamente sobre el objetivo de su estancia en nuestro país, algo así como: "EL TRABAJO LIBERA". No olvidemos que la higiene es importante, con lo cual no estaría de más crear unos cuantos barracones con duchas para que pudieran asearse. Para que el consumo de agua no fuese un problema ( ya bastante agudo en nuestro desertificado país ) en lugar de agua les podrían administrar gas mostaza y asunto resuelto. De este modo España podría ABOSRVER cantidades ingentes de negritos y morenitos sin resentirse demasiado, incluso ya no se verían tantos deambular por la calle. Así todos contentos, sobre todo yo.
Lleva usted dos artículos que se sale, Master K. Su prosa florece en tiempos de pertinaz sequía y aridez meníngea generalizada, que es todo un logro. Eso sí, si algún día gana el Nobel acuérdese de eliminar todo rastro de este blog, no le vaya a pasar como a Günther Grass.
Hombre, lo que es yo, te cambiaba A TI por cualquiera que venga de afuera. Al azar. Y saldríamos ganando.
Si andorrano, cambiame por cualquiera de fuera que cuando llegue te entre en el piso para robarte mientras tú y tu familia estáis durmiendo y que de paso, después de saquearte, te aseste una paliza y viole a tu mujer o hijas. O le pngan una pistola en la cabeza a tu hijo. También puedes cambiarme por uno de esos que trafican con drogas, o por uno que falsifique trajetas. O por qué no, por uno que ponga bombas en trenes o en aviones. Por que si me cambias al AZAR, como dices, es bastante probable que te toque uno de estos. Tú mismo.
Ya ves, tan rojales que parecía el autor de "El Tambor de Hojalata"... Yo no espero que me concedan nunca ningún Nobel, sobre todo porque no soy negro ni digo cosas como "el SIDA lo crearon los blancos en laboratorios para exterminar a la raza negra" (declaraciones de la premio Nobel de la Paz africana Wangari Maathai). Yo con que no se me crucen los cables algún día y cometa una locura de la que pueda arrepentirme, me doy por satisfecho. Esto lo digo porque un par de albañiles (más bien albañales) cherokees llevan ya dos semanas haciendo reformas en un bajo que da al deslunado de detrás de mi casa. Y como si no fuese bastante tener que soportar los golpes de pico y el martillo hidráulico a todas horas, incluyendo fines de semana, tienen de banda sonora Radio Kosta Latina a todo volumen. He llamado a la Policía Local y no sé si es que no se ha presentado o es que a Pepe Gotera y Otilio se la trae al pairo lo que digan las fuerzas del orden.
http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/127093/index.php
Calla, calla hermano. Resulta que en esta reserva natural de indígena hispana que era Asturias, han abierto hace una semanita un bar regentados por gente con amplia presencia de melanina en su piel, pues bién, a los dos dias ya estaban armando jaleo y pegando gritos, al estilo danza tribal africana. Hasta me pareció oir a sus cachorritos saliendo a la calle a realizar plegarias paganas. Aqui claro, no estamos acostumbrados a tal convivencia de culturas, y era realmente impresionante ver a TODOS LOS VECINOS asomados a la ventana estupefactos ante tal escena. Veramos a ver como acaba esto, realmente espero que se contagien de nuestro civismo de siempre y se calmen en las semanas venideras.
ALELUYA
Amen. Lo malo es que a estas gentes lo del civismo como que no les va demasiado, no creo que esten demasiado interesados en asimilar nuestras costumbres. Es más, si pudieran nos impondrían su cultura y su forma de vida; menos mal que por el momento algo así es imposible.Saludos.
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