El supuesto director de cine Fernando Colomo estrenaba ayer su película El Próximo Oriente, rodada en el otrora castizo y ahora multicultural y multirracial barrio madrileño de Lavapiés, donde más del 50% de la población es de origen extranjero. Colomo ha querido, con su previsible bodrio, dar una imagen amable del islam y de otras religiones diferentes a la cristiana en general, criticando el desconocimiento que los españoles tenemos de los mahometanos. Palabras textuales. Si las víctimas del 11M pudiesen responderle le dirían lo que piensan del islam. Claro que el cuento de hadas del cineasta progre es ficción. En cambio, en Italia, un inmigrante pakistaní ha sido detenido acusado de dar muerte a su hija para lavar con sangre el honor de la familia, ya que la muchacha había decidido pasarse el Corán por la entrepierna y contraer matrimonio con un varón italiano e infiel del que estaba enamorada. No tenemos noticia de que el paniaguado de la izquierda proyecte rodar una película sobre dicho drama. Éste sí, real, y que retrata al islam como lo que en realidad es: una parodia de religión. Ya me la contaréis. Ésta y la de Spike Lee sobre las inundaciones racistas de Nueva Orleans (otro que tal). ¡Ah!, y reparad en quién patrocina el panfleto.
2 comentarios:
Que se puede esperar de una peli patrocinada por una marca de cervezas. Seguro que la idearon en plena euforia etílica y porreta en el Bar Manolo, abajo en la esquina. De hecho cuando he visto el panfleto pensaba que se trataba de un anuncio de Mahou, aunque no me cuadraba el careto de la mora allí en medio. Sinceramente no creo que nunca llegue a ver este oportunista film "made in Lavapiés" porque solo el argumento y la presentación ya echan para atrás. Tampoco me interesa saber nada de una religión que autoriza la violencia y proclama la represión de la mujer. Porque ya pueden decir misa pero estoy convencido de que la mayoría de musulmanes son partidarios del "shador" ( o como se escriba ) y de poner bombas en aviones o trenes. Naturalmente habrá unos cuantos que no, una minoria como es de esperar. Estoy convencido de que el señor Colomo ( tiene guasa el apellido ) no ha probado de entrar de madrugada en algún barrio de la periferia de París para rodar alguna escenita de su película. A Dios gracias si salía de allí con los pantalones puestos.
Y lo peor es que seguro que también la patrocina el Ministerio de Cultura y alguna que otra televisión, ya que el cine español no se autofinancia, como el otro día recordaba un relevante director cuyo nombre no recuerdo.
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