Si alguien pensaba que en esto del victimismo que tan bien practican los tercermundistas lo había visto todo, estaba equivocado. La empresa japonesa Sony se ha visto obligada a retirar el anuncio de su flamante consola PSP porque su contendido presuntamente racista ha herido las siempre hipersusceptibles sensibilidades de los tracamandangas de siempre, y todo porque en el mismo aparecía una mujer blanca de mirada desafiante sujetando por la barbilla a una negra. Lo más descacharrante del caso es que lo único que pretendía el inocente spot era señalar la superioridad de la nueva PSP, de color blanco, sobre el antiguo modelo, de color negro.
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