Esta mañana me he topado con un churrasco que regresaba a su madriguera arrastrando -literalmente- un carrito de supermercado lleno de decenas de packs de cervezas de lata, supongo que para festejar hasta altas horas de la madrugada el triunfo de la selección ecuatoriana frente a la de Polonia por dos goles a cero. Pude observar que casi todos sus jugadores eran negros y bastantes canijos; y aunque esto último lo suponía, me chocó bastante el tizne azabache de la piel de los balompedistas del país andino, a los que suponía un aspecto má parecido al de un Lobo Diarte que al de un Ronaldinho.
Lo siento por los vecinos, que habrán de sufrir de una vez más los efectos de la euforia etílico-futbolera de sus adorables vecinos áliens.
Lo siento por los vecinos, que habrán de sufrir de una vez más los efectos de la euforia etílico-futbolera de sus adorables vecinos áliens.
3 comentarios:
Tranquilo que así más dura será la derrota. ¿Te imaginas un España-Ecuador? ^^
Me muero de ganas. Mi sueño es que la seleción ecuatoriana nos gane en la final con un gol de cabeza del nunca bien ponderado Reasco y otro en propia puerta bien de Senna o de Pernía, me da igual.
Hombre de poca fe...
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