La mujer boliviana que fue asesinada en Oliva (Valencia) a manos de tres compatriotas (qué raro, ¿no?) y cuyo cadáver, que presentaba también signos de haber sufrido una violación, fue hallado la semana pasada en Pego (Alicante) tenía un deseo: que la enterrasen en su tierra (no en esta mierda de país que es España, faltaría más) al ritmo de alguna música alegre de su patria andina. Pero la familia dice carecer de dinero para repatriarla, así que ha hecho un llamamiento para recoger fondos con el objetivo de que la finada pueda recibir cristiana sepultura en su país natal. Esperemos que esta suerte de últimas voluntades no se pongan de moda entre el colectivo churrasco, porque si no vamos dados. ¡¡¡Joder, es que hasta muertos oretenden sacarnos los cuartos estos parásitos!!!
A ver para cuándo organizan también aquí un día sin inmigrantes para que por lo menos no ocurran cosas como ésta durante 24 horas, leñe.
A ver para cuándo organizan también aquí un día sin inmigrantes para que por lo menos no ocurran cosas como ésta durante 24 horas, leñe.
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