La gente del barrio de la Montañeta, en Garachico (Tenerife), está que trina porque a los chavales españoles que solían jugar en el centro juvenil les han dado puerta para que 32 turistas arribados en cayuco se apalanquen en las instalaciones, propiedad de la Cruz Roja Española. Así que ya sabéis para qué sirven los boletos de lotería que casi te obligan a comprar con nauseabunda insistencia. La manada tuvo que ser escoltada a su llegada en lujoso autobús por la Guardia Civil, la Policía Nacional y trabajadores sociales, ya que los ánimos del pueblo estaban muy encendidos por la alevosa llegada de estos nuevos vecinos no deseados, que encima se permitían provocar con sus burlas a los españoles que manifestaban su descontento. Para más escarnio, los supuestos adolescentes negros eran más bien machuchitos, estaban convenientemente cebados por las pingües ayudas humanitarias de Occidente y vestían ropa de marca. Los buenos samaritanos que les atendían, que juraban y perjuraban que los sin papeles -pero con mucho morro- no eran portadores de enfermedades, llevaban guantes y mascarilla.
La Opinión de Tenerife
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1 comentario:
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