Aquí vemos a un pardillo (diminutivo cariñoso de pardo, no vayáis a pensar mal) mientras su mamá le hace una afoto antes de dirigirse al aeropuerto Mariscal Sucre, en Quito, rumbo a la audaz y tiránica tierra ibérica, que así llaman a España en su bello himno henchido de amor hacia la Madre Patria. El nene se trae también para acá a sendas llamas a las que también afecta el caritativo y nunca bien ponderado reagrupamiento familiar, ¡snif!. La familiaridad de los ecuatorianos en la monta de estos esbeltos cuadrúpedos, una suerte de 4X4 andinos, fue sin duda lo que motivó la decisión del gobierno español para la pronta homologación de sus permisos de conducir (¿o deberíamos decir equitación?). "Te echaremos de menos, Pachamama", se le oyó decir al pardillo, que aún no ha cambiado el gorro por la gorra, tal y como se puede apreciar en la instantánea, aunque ya se le ve asaz bronceado por el impío dios Inti y algo escaso de envergadura. ¡Buen viaje, guambrito!
martes, agosto 23, 2005
Reagrupamiento familiar
Aquí vemos a un pardillo (diminutivo cariñoso de pardo, no vayáis a pensar mal) mientras su mamá le hace una afoto antes de dirigirse al aeropuerto Mariscal Sucre, en Quito, rumbo a la audaz y tiránica tierra ibérica, que así llaman a España en su bello himno henchido de amor hacia la Madre Patria. El nene se trae también para acá a sendas llamas a las que también afecta el caritativo y nunca bien ponderado reagrupamiento familiar, ¡snif!. La familiaridad de los ecuatorianos en la monta de estos esbeltos cuadrúpedos, una suerte de 4X4 andinos, fue sin duda lo que motivó la decisión del gobierno español para la pronta homologación de sus permisos de conducir (¿o deberíamos decir equitación?). "Te echaremos de menos, Pachamama", se le oyó decir al pardillo, que aún no ha cambiado el gorro por la gorra, tal y como se puede apreciar en la instantánea, aunque ya se le ve asaz bronceado por el impío dios Inti y algo escaso de envergadura. ¡Buen viaje, guambrito!