El "megor" cartel del mundo mundial, prodigio de diseño y caligrafía, surgido sin duda del sin par talento de uno de esos genios del grafismo de allende los mares que ha tenido a bien establecerse en España para impartir lecciones magistrales a los desmañados gallegos. ¡Y a dos tintas! ¡Tiembla, Mariscal! El engendro puede aún contemplarse, como los otros dos, en el antiguo cauce del Turia a la altura del Pont de Fusta (Valencia), una especie de Louvre de los horrores de la cartelería andina.