Con un presupuesto de 4.409 millones, implica a todas las consejerías e incluye 240 medidas
A. Clements
Madrid- En lo que va de año han llegado a la región de Madrid 3.527 inmigrantes irregulares subsaharianos. Un 30 por ciento más que en todo 2005. El flujo imparable exige soluciones y respuestas. Y para abordarlo, el Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó ayer un plan de inmigración con un presupuesto total de 4.409 millones de euros. El Plan de Integración 2006-2008, que ha contado con el informe favorable del Consejo Económico y Social, es una estrategia que pretende la plena integración de los inmigrantes que llegan a la región. Uno de cada cuatro inmigrantes que vienen a España se instalan en Madrid. En total, ya son el 15,28 por ciento de la población madrileña. Casi 950.000 extranjeros empadronados.
«Es el plan más ambicioso que ha realizado nunca una administración». Para la consejera de Inmigración, Lucía Figar, se trata de la respuesta adecuada al mayor reto social al que se enfrenta la región.Y la sitúa a la vanguardia de las políticas de integración con 240 medidas que afectan a todos los ámbitos de la vida. Empleo, vivienda, educación, servicios sociales y sanidad acaparan las más importantes.
Anticiparse al problema. Entre todas, la consejera de Inmigración, Lucía Figar, destacó la apuesta por la educación. «Hay que anticiparse por donde han venido los problemas», explicó. Su objetivo es dar apoyo a la segunda generación, es decir, a los hijos de inmigrantes que han nacido en España. Incidir en medidas educativas, de formación y sociales es prioritario.
En este ámbito se impulsará un sistema pionero. Se crearán 120 plazas para mediadores y monitores que se encargarán de atender las necesidades de los menores inmigrantes. También se abrirán 45 nuevas aulas de enlace para normalizar a los alumnos recién llegados.
Otro de los aspectos más destacados del plan es la formación en origen. Los estudios sobre los inmigrantes que llegan a Madrid han puesto de manifiesto que proceden, mayoritariamente, de 25 ciudades de ocho países. Allí mismo se les preparará para la situación a la que se van a a enfrentar.
Un programa de orientación e intermediación laboral es otro de los puntos fuertes del plan. Que puedan acceder al mercado de trabajo, de modo regular, es uno de los objetivos prioritarios para normalizar la situación en nuestra región. Por ello, el Ejecutivo madrileño ofrecerá formación permanente para 90.000 inmigrantes que ya trabajan aquí.
La igualdad de oportunidades y la corresponsabilidad entre la sociedad de acogida y la de origen se encuentran en la base del plan que ayer se presentó. Algunos grupos especialmente desfavorecidos dentro del colectivo inmigrante, como las mujeres víctimas de malos tratos, recibirán una ayuda extra. Contarán con un programa específico.
«Es el plan más ambicioso que ha realizado nunca una administración». Para la consejera de Inmigración, Lucía Figar, se trata de la respuesta adecuada al mayor reto social al que se enfrenta la región.Y la sitúa a la vanguardia de las políticas de integración con 240 medidas que afectan a todos los ámbitos de la vida. Empleo, vivienda, educación, servicios sociales y sanidad acaparan las más importantes.
Anticiparse al problema. Entre todas, la consejera de Inmigración, Lucía Figar, destacó la apuesta por la educación. «Hay que anticiparse por donde han venido los problemas», explicó. Su objetivo es dar apoyo a la segunda generación, es decir, a los hijos de inmigrantes que han nacido en España. Incidir en medidas educativas, de formación y sociales es prioritario.
En este ámbito se impulsará un sistema pionero. Se crearán 120 plazas para mediadores y monitores que se encargarán de atender las necesidades de los menores inmigrantes. También se abrirán 45 nuevas aulas de enlace para normalizar a los alumnos recién llegados.
Otro de los aspectos más destacados del plan es la formación en origen. Los estudios sobre los inmigrantes que llegan a Madrid han puesto de manifiesto que proceden, mayoritariamente, de 25 ciudades de ocho países. Allí mismo se les preparará para la situación a la que se van a a enfrentar.
Un programa de orientación e intermediación laboral es otro de los puntos fuertes del plan. Que puedan acceder al mercado de trabajo, de modo regular, es uno de los objetivos prioritarios para normalizar la situación en nuestra región. Por ello, el Ejecutivo madrileño ofrecerá formación permanente para 90.000 inmigrantes que ya trabajan aquí.
La igualdad de oportunidades y la corresponsabilidad entre la sociedad de acogida y la de origen se encuentran en la base del plan que ayer se presentó. Algunos grupos especialmente desfavorecidos dentro del colectivo inmigrante, como las mujeres víctimas de malos tratos, recibirán una ayuda extra. Contarán con un programa específico.
La Razón
1 comentario:
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